Jueves, 10 de abril de 2025
Los bosques cubren aproximadamente el 31% de la superficie terrestre, lo que equivale a más de 4.000 millones de hectáreas. En ellos habita cerca del 80% de la biodiversidad terrestre, incluyendo especies esenciales para el equilibrio de los ecosistemas, según datos de la ONU. Además, proveen sustento a más de 1.600 millones de personas, que dependen directamente de los recursos forestales para su alimentación, vivienda y medios de vida.
Asimismo, son clave para la regulación del ciclo hídrico, al generar lluvias, purificar el agua y garantizar la disponibilidad de este recurso para millones de personas. Se estima que el 75% del agua dulce accesible en el mundo proviene de cuencas forestales, un dato que refuerza la importancia de su protección.
En términos de salud, los bosques actúan como verdaderos aliados del bienestar humano. Son numerosos los estudios que revelan que la exposición a áreas verdes reduce el estrés, mejora la concentración e incluso fortalece el sistema inmunológico. No es casualidad que en países como Japón se promueva el shinrin-yoku, o baño de bosque, como una terapia reconocida para mejorar la salud física y mental.
Bosques con reconocimiento
La superficie forestal en Europa ha aumentado en más de 10 millones de hectáreas en las últimas tres décadas. España, uno de los países con más diversidad de ecosistemas forestales en el continente, ha pasado de tener 13 millones de hectáreas de bosque en 1990 a más de 18 millones en la actualidad, cubriendo cerca del 36% del territorio nacional.
Este año, la provincia de León se ha convertido en un referente de biodiversidad al albergar El Mejor Bosque de España 2025, un reconocimiento otorgado por la ONG Bosques Sin Fronteras. El galardón ha recaído en los alcornocales de Cobrana, conocidos como El Zofreral, un paraje de singular belleza donde la historia y la naturaleza conviven. Este bosque, un auténtico santuario de alcornoques centenarios, ha sido premiado por su valor ecológico y por el compromiso de la comunidad en su preservación, consolidándose como un símbolo del potencial regenerador de nuestros paisajes forestales.
Proteger para vivir mejor
Es un hecho que los bosques son esenciales para la estabilidad climática y la calidad de vida, y por ello es fundamental la puesta en marcha de medidas para su conservación y protección.
El Pacto Verde Europeo, por ejemplo, incluye estrategias para la reforestación y la gestión sostenible de los bosques como parte de su objetivo de alcanzar la neutralidad climática en 2050. Por su parte, el Desafío de Bonn, lanzado por la UICN y el Gobierno alemán, busca restaurar 350 millones de hectáreas de bosques degradados para 2030. En la misma línea, en América Latina, iniciativas como Amazonía Viva, impulsada por diversas ONG y comunidades indígenas, buscan frenar la deforestación y fomentar un desarrollo sostenible en la región.
No hace falta esperar al 21 de marzo, Día Mundial de los Bosques, para hablar de ellos, porque su impacto es constante. Los bosques necesitan ser valorados como aliados indispensables para el equilibrio del planeta y el bienestar de las generaciones futuras.
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