Martes, 16 de abril de 2024
«Como inteligencia artificial, no tengo capacidad física para realizar acciones directas por el medioambiente, pero puedo proporcionar información, sugerencias y recursos que pueden ayudar a las personas a tomar decisiones más amigables», responde la IA de OpenAI ante la pregunta de qué puede hacer por el medioambiente. Una cuestión lanzada al mismo tiempo que se producía una conferencia sobre las bondades de la tecnología verde en el Mobile World Congress de Barcelona. «La tecnología ayuda mucho a la conservación de la naturaleza, pero cotenemos que hacer más», aseguraba micrófono en mano Susanne Pedersen, directora de ciencia y datos de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
A poco más de 40 kilómetros al noroeste de Barcelona, en plena naturaleza del Parque Natural de Sant Llorenç del Munt i l'Obac, las herramientas digitales se han convertido en el aliado perfecto para la conservación. «Nos ayuda a tener más información para gestionar o regular el uso público. También nos permitirá acercar la conservación de la biodiversidad al gran público, pues está previsto hacer vídeos y otros materiales de divulgación», explicó en 2022 el director del Parque Natural, Ángel Miño. Desde el año pasado, las hectáreas de este enclave verde catalán cuentan con decenas de cámaras y receptores de GPS, que permiten monitorizar y observar la movilidad del águila perdicera mediterránea.
Una mayor presencia de las personas en el hábitat de estos animales, debido al ocio y al turismo, ha provocado, según los biólogos del parque un cambio en el patrón de comportamiento de esta especie incluida en el Libro Rojo de las aves de España. Una vez recopilados los datos, estos, ahora, están en un momento de procesado y análisis gracias a un sistema de detección de alertas basado en inteligencia artificial y cloud que se desarrolla en colaboración con la Universidad de Girona.
«La tecnología puede mejorar el impacto ambiental», señaló Jeffery Zhou, presidente de ICT Marketing de Huawei. De hecho, según un estudio publicado en Nature, las nuevas herramientas digitales, especialmente, la inteligencia artificial puede facilitar el cumplimiento del 79% de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
De hecho en el pasado Mobile World Congress de Barcelona, la IA de Huawei recibió el premio de la GSMA a la «Contribución móvil destacada a los ODS de la ONU». «Es una idea excelente y escalable: la aplicación de IA autoalimentada y la tecnología móvil para resolver con precisión un problema, con una gran ejecución y resultados impresionantes», apuntó el jurado del certamen.
La solución premiada trabaja en la conservación del salmón del Atlántico, una especie amenazada por invasores. A través de una cámara subacuática y una compuerta inteligente accionada por algoritmos. El sistema identifica los distintos tipos de peces que amenazan la existencia de esta especie, reconociendo, por ejemplo, la joroba distintiva del salmón jorobado macho y el patrón de la cola en la hembra. Con una precisión de identificación superior al 99%, el sistema ordena a la compuerta que permanezca cerrada para filtrar las especies invasoras a un tanque de retención, pero se abre para dejar que otros peces naden río arriba.
Entre junio y septiembre de 2023, la última época de desove del salmón en un ciclo bienal, los proyectos piloto en los ríos Storleva y Kongsfjord filtraron con éxito más de 6000 salmones jorobados. El éxito de la solución y su potencial para extenderse a toda Noruega han dado esperanzas de resolver la amenaza de extinción del salmón salvaje del Atlántico.
IA con 'orejas'
La IA sabe resolver cálculos complejos, traducir textos, responder a una consulta y detectar motosierras a miles de kilómetros para evitar la tala ilegal de árboles o la caza furtiva de animales.
A los árboles italianos del cráter Astroni, cerca de Nápoles, le han crecido 'orejas' y se han convertido en ayudas para los guardabosques. «Cuando se detectan sonidos de disparos o fuegos artificiales, se alerta a la administración del parque», señalan los responsables de esta tecnología. «Hasta ahora, los resultados han sido positivos», revelan los promotores del proyecto que unen a la oenegé WWF, Rainforest Connection, y a Huawei. Unos dispositivos también usados en Los Cárpatos (Rumania) y que vigilan la tala ilegal.
El 30% de las especies de árboles conocidas en el mundo están actualmente en peligro de extinción y, al menos, 142 especies descritas se consideran oficialmente como extintas en el medio natural, según el informe Estado de los Árboles del Mundo (State of the World's Tree).
En Italia, el sistema de detección de sonidos generó 2.000 alertas en tiempo real sobre actividades potencialmente ilegales y permitió evitar actividades ilícitas sobre la naturaleza. «Esto es un gran ejemplo de cómo la tecnología puede proteger el medioambiente», defendió Pedersen. «Nuestro objetivo es que con Tech4Nature con Huawei y la UICN podamos recuperar con éxito 300 zonas protegidas», añadió la directora de ciencia y datos de esta organización.
La alianza apenas tiene tres años de vida, pero «la sostenibilidad está cada vez más presente en la agenda de todos», recordó Zhou. De momento, Tech4Nature cuenta con cinco países bandera, entre los que se encuentra España, aunque han desplegado sus proyectos en cerca de una treintena de territorios. «Trabajamos montañas, bosques y mares», señalan en su página web.
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