Jueves, 7 de agosto de 2025
¿Y si tuvieras un “doble” para que tomara decisiones por tí? Así conocerías las consecuencias de los diferentes caminos a tomar y siempre podrías elegir la opción más adecuada. Aunque pueda parecer ciencia ficción, en el caso de la gestión energética esto ya es una realidad que ayuda a optimizar el consumo, reducir costes y minimizar el impacto ambiental. Son los llamados gemelos digitales, una solución que ofrece una gran capacidad de simulación y análisis para optimizar y transformar la manera en la que interactuamos con la energía.
Un gemelo digital es una réplica virtual de un objeto, sistema o proceso que encontramos en el mundo real. Y no se trata solo de una representación 3D, sino de un modelo “vivo” y en constante actualización que incorpora datos en tiempo real. Esta conexión bidireccional permite que el gemelo digital refleje con precisión el estado, el comportamiento y el rendimiento de su gemelo real.
Para entenderlo mejor, llevémoslo a un ejemplo más concreto: imagina tener una réplica exacta de una central eléctrica, donde cada componente, variable y flujo de energía se simula con precisión. Esto permite a sus ingenieros y gestores experimentar con diferentes escenarios futuros para predecir fallos, optimizar operaciones y poder tomar decisiones sin afectar al sistema físico real. ¿Y si un terremoto afectara a nuestra central eléctrica real? Simulando las fuerzas de un temblor de tierra sobre nuestro gemelo digital, podríamos predecir cómo le afectaría.
La gestión energética es un campo complejo en el que se intenta equilibrar la eficiencia con la fiabilidad teniendo en cuenta la interconexión de diferentes sistemas o el equilibrio de la oferta y la demanda. Por ello, los gemelos digitales pueden ayudar de diferentes maneras:
Ofrece una visión holística y en tiempo real del consumo y la producción de energía, identificando patrones, anomalías y oportunidades de mejora u optimización.
Un gemelo digital permitirá simular el comportamiento de un sistema energético en diferentes situaciones, lo que permitirá planificar posibles escenarios.
Ofrece la posibilidad de implementar estrategias que reduzcan el consumo de energía y maximizar el rendimiento de los sistemas.
Basándose en una gran cantidad de datos, podemos tener información precisa y actualizada en tiempo real para tomar decisiones estratégicas, que pueden ayudar a la hora de invertir en nuevas infraestructuras o incluso a programar el mantenimiento de instalaciones.
Como herramienta, los gemelos digitales ofrecen gran versatilidad en diversas áreas del sector energético. Veamos algunos de los ejemplos dónde pueden aplicarse en el sector energético:
Podemos crear gemelos digitales de generadores, turbinas u otros equipos de una central eléctrica, para así simular diferentes condiciones. ¿Qué conseguimos? Una reducción de costes operativos y una mayor eficiencia en la producción de energía. Por ejemplo, la gestión del flujo de agua necesario en una central hidroeléctrica puede lograrse con mayor precisión.
Dada la complejidad de las redes eléctricas modernas, con la integración de energías renovables intermitentes y la creciente demanda, se requieren herramientas avanzadas. Los gemelos digitales de la red permiten simular flujos de energía, detectar sobrecargas, predecir interrupciones y optimizar la distribución, lo que es crucial para garantizar la estabilidad y fiabilidad del suministro.
Gracias a los gemelos digitales, el mantenimiento predictivo puede reducir los costes de mantenimiento hasta un 30% y aumentar la vida útil de la infraestructura un 20%. Esto se debe a que programar el mantenimiento antes de que se produzca una avería, reduce tanto el tiempo de inactividad como los costes de reparación de, por ejemplo, paneles solares o líneas de transmisión.
Según la Agencia Internacional de la Energía, los edificios son responsables del 36% del consumo energético global y el 39% de las emisiones de CO2 relacionadas con la energía. Este dato subraya la importancia de su optimización y los gemelos digitales permiten simular el consumo energético de un edificio en función de su ocupación o condiciones climáticas. Esto puede impulsar la construcción de edificios más eficientes y de bajo consumo como por ejemplo los NZEBs, cuyo consumo energético es casi nulo.
La sostenibilidad y la tecnología son dos grandes tendencias que, de la mano, podrán construir un mundo más eficiente y sostenible. Y la integración de los gemelos digitales con otras tecnologías emergentes como la inteligencia artificial, el aprendizaje automático o el Internet de las Cosas, está marcando el camino hacia una gestión energética aún más inteligente y autónoma.
La tendencia es clara: la digitalización y la simulación avanzada son fundamentales para impulsar un futuro energético más sostenible, eficiente y resiliente. Los gemelos digitales no son solo una herramienta, sino un pilar estratégico para la transformación del sector energético global.
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