Jueves, 5 de junio de 2025
La sociedad cada vez está más concienciada sobre el impacto que tienen sus decisiones de compra. Los ciudadanos saben que los productos que adquieran en el supermercado van a repercutir tanto en la salud de su hogar como en la del planeta. Así lo demuestra un estudio realizado por Amazon que establece que el 81% de los españoles prefiere comprar productos sostenibles.
Desde Planet Energy hemos querido centrarnos en uno de ellos: los detergentes. ¿Qué criterios debe cumplir este tipo de producto para ser sostenible? Virginia Sánchez González, responsable Global de Marketing del Área de Surfactantes en Moeve Química, apunta que “aunque hoy en día aún no existe un reglamento específico como tal que aborde exclusivamente la sostenibilidad de estos productos, la Asociación Internacional de Jabones, Detergentes y Productos de Mantenimiento (AISE) ha desarrollado una carta para la sostenibilidad en la que se definen varias características que influyen para que un detergente pueda ser considerado como sostenible”.
La experta destaca “desde la reducción de las emisiones durante los procesos productivos, pasando por el uso de envases reciclables y reutilizables, hasta la biodegradabilidad y el empleo de ingredientes de origen vegetal u otros renovables que puedan reemplazar o mezclarse con los basados en materias primas fósiles para mejorar la sostenibilidad del producto”. Un punto a favor de estos nuevos formatos concentrados y ultra concentrados es que favorecen el uso de menos agua en su formulación y reducen por tanto las emisiones asociadas a su transporte, contribuyendo así de forma significativa a mejorar la sostenibilidad de la limpieza del hogar.
Por lo tanto, la experta define un detergente sostenible como “aquel formulado para minimizar el impacto ambiental durante todo su ciclo de vida, por ejemplo, menos emisiones de CO2, desde su producción hasta su uso y eliminación”. Los beneficios son obvios. Sin embargo, Virginia Sánchez apunta que “algunos consumidores pueden percibir que no limpian tan eficazmente. De ahí la importancia de desarrollar nuevas fórmulas e ingredientes para la producción de detergentes sostenibles que mantengan la eficacia de lavado”.
En este sentido, la industria ya está investigando nuevas fórmulas. Una línea bastante estudiada, según explica la portavoz de Moeve Química, consiste en “la búsqueda de ingredientes alternativos a los tradicionales, pero asegurando que la eficiencia de lavado se mantenga; como la creación de surfactantes (materia activa encargada del proceso de limpieza) a partir de biomasa”. Otra rama está explorando los métodos para reducir aún más las emisiones de CO2 relacionadas con el ciclo de vida del producto. Es el caso de formulaciones que permiten realizar la colada en condiciones más suaves, como detergentes para lavado en frío o ciclos cortos.
Y si nos centramos en España, parece que no lo estamos haciendo mal. “Tanto empresas globales como locales están implementando estrategias de sostenibilidad en sus productos y lanzando al mercado nuevos detergentes más sostenibles”, confiesa la experta. Esto se aplica también a los productores de ingredientes. “Desde Moeve, por ejemplo, lideramos la producción de surfactantes sostenibles y desarrollamos productos innovadores como la nueva gama de productos NextLab, que reduce la huella de carbono de los detergentes donde se utilizan manteniendo la eficacia de lavado de los productos”, añade.
Cómo identificarlos
A pesar de sus múltiples beneficios, los consumidores tienen dudas a la hora de identificarlos. Según el estudio del gigante del ecommerce ya mencionado, un 68% de los encuestados reconocía que le cuesta saber qué productos son sostenibles. Precisamente, para ayudar en esta tarea, en los últimos años se han desarrollado las denominadas etiquetas verdes. La más extendida es la Etiqueta Ecológica Europea o EU Ecolabel, nacida en 1992, y regulada por la Unión Europea.
Sin embargo, en el caso de los detergentes, además de la Ecolabel, existen otras etiquetas sostenibles. Blue Angel, US EPA Safer Choice, USDA Certified Biobased Product o Nordic Swan son algunas de las más conocidas. “Cada una de estas etiquetas tiene sus propios criterios, pero en general todas ayudan a identificar detergentes que cumplen con ciertos criterios medioambientales, contribuyen a proteger la salud del consumidor y fomentan prácticas responsables en su producción”, resume Virginia Sánchez.
La experta también precisa que “poco a poco, están empezando aparecer las etiquetas relativas a la huella de carbono de estos productos de limpieza”. Aunque todavía no son muy comunes en el sector, estas etiquetas podrían facilitar al consumidor final la toma de decisiones de compra más informadas en términos de sostenibilidad. Asimismo, destaca que “el pasaporte digital del producto (PDP), introducido por el Reglamento (UE) 2024/1781, podría convertirse en una herramienta clave para identificar detergentes sostenibles en el futuro, al proporcionar información detallada sobre su impacto ambiental y características de diseño ecológico”.
Además de comprar productos sostenibles, para hacer de la colada una tarea más sostenible, Virginia Sánchez recomienda “lavar a baja temperatura, llenar siempre la lavadora, usar ciclos cortos y eficientes, secar la ropa al aire, reutilizar y reciclar los envases, así como dosificar adecuadamente el detergente, y evitar el prelavado siempre que no sea estrictamente necesario”. Pequeños gestos que suman.¿Te ha parecido interesante?