Jueves, 14 de agosto de 2025
Tanto si eres propietario de un inmueble como si buscas adquirir o alquilar uno, es probable que hayas oído hablar del Certificado de Eficiencia Energética (CEE). Pero ¿sabes realmente qué es, para qué sirve y por qué es importante? Según la Comisión Europea, los edificios son responsables de aproximadamente el 40% del consumo de energía y el 36% de las emisiones de gases de efecto invernadero en la Unión Europea. Estos datos dejan claro que aumentar la eficiencia energética de los edificios es crucial para reducir ese consumo y esas emisiones y, por ello, la Unión decidió crear este certificado que empezó a ser necesario en España desde el año 2007.
Si ahora mismo te estás preguntando si lo necesitas y cómo conseguirlo, en este artículo te ayudamos a disipar tus dudas.
El Certificado de Eficiencia Energética es un documento oficial, emitido por un técnico cualificado, que evalúa la eficiencia energética de un inmueble (vivienda, local, oficina…) y le asigna una calificación energética que va desde la letra A (la más eficiente) hasta la G (la menos eficiente). Este certificado informa sobre el consumo de energía y las emisiones de CO2 de un edificio en condiciones normales de uso y ocupación.
Aunque vivas en el campo o en la ciudad, este certificado es obligatorio y no contar con él puede llevar a sanciones. No debes tomártelo como un trámite burocrático que simplemente has de cumplir, ya que este documento tiene diversas utilidades que te beneficiarán:
Permite saber cuánta energía consume un inmueble en calefacción, refrigeración, agua caliente e iluminación. Es como la etiqueta de consumo de un electrodoméstico, pero para un hogar o local.
Este certificado no solo hace un diagnóstico, sino que también propone medidas concretas para reducir el consumo energético como mejorar el aislamiento, cambiar ventanas o instalar sistemas de climatización más eficientes, mejoras que se pueden traducir en un ahorro significativo en las facturas de gas o luz.
Un inmueble con una buena calificación energética resulta más atractivo en el mercado. Los compradores y arrendatarios valoran las viviendas eficientes ya que suponen un menor gasto a largo plazo, además de contribuir a la sostenibilidad. Por tanto, un buen certificado puede diferenciar tu propiedad y acelerar su venta o alquiler.
La normativa española es clara al respecto y se necesita en los siguientes casos:
Es un requisito indispensable para formalizar la compraventa ante un notario y, en el caso de alquilar, deberás adjuntarlo al contrato de arrendamiento.
El certificado es necesario para la finalización de la obra y primera ocupación.
Si la superficie útil total es de más de 250 m2, el certificado deberá ser visible para el público.
Existen algunas excepciones como edificios protegidos por su valor arquitectónico o histórico, construcciones provisionales, o viviendas que se alquilan por menos de cuatro meses al año. Sin embargo, para la gran mayoría de transacciones inmobiliarias en España, el Certificado de Eficiencia Energética es un documento obligatorio e imprescindible. También es una herramienta para contribuir a la descarbonización y, por tanto, impulsar la sostenibilidad del planeta. No esperes al último momento, obtenerlo con antelación te ahorrará tiempo y posibles contratiempos.
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