Martes, 8 de julio de 2025
En los últimos años, una creciente minoría levanta la vista al cielo en busca de silencio y estrellas. El turismo estelar —también conocido como astroturismo— ya no es una actividad de nicho, sino una experiencia inmersiva que gana adeptos porque conecta ciencia, naturaleza y sostenibilidad. Y nuestro país se está posicionando como uno de los destinos más atractivos de Europa, gracias a sus amplios espacios naturales y sus privilegiados cielos nocturnos.
Pero, ¿en qué consiste exactamente esta práctica? Básicamente, en visitar lugares con baja contaminación lumínica, condición indispensable para disfrutar de la observación del cielo nocturno. De hecho, su valor va más allá del espectáculo visual e implica una forma de turismo más responsable, con un mínimo (o nulo) impacto ambiental, alineado con la transición energética y que impulsa la economía de zonas rurales en riesgo de despoblación: "El cielo estrellado es una oportunidad de desarrollo sostenible en entornos rurales que tienden a la despoblación. Son precisamente estos entornos los que suelen tener mejores cielos y donde Fundación Starlight trabaja, ayudando a que se conviertan en un motor de economía sostenible y de igualdad a través del astroturismo", defiende Antonia Varela, directora de la mencionada organización.
Los imprescindibles del firmamento español
Nuestro país alberga algunos de los mejores cielos de Europa, muchos de ellos avalados por la certificación Starlight, que garantiza la calidad astronómica, la ausencia de contaminación lumínica y el compromiso con la sostenibilidad. En Planet Energy hemos seleccionado cinco destinos imprescindibles de nuestro país:
El cielo es la mejor aula
Entre las ventajas del turismo estelar destaca el hecho de que no requiere grandes infraestructuras ni consumos intensivos. Se trata de una actividad compatible con la movilidad sostenible, el uso de energías renovables en alojamientos rurales y la preservación de la biodiversidad nocturna. Asimismo, encaja con algunos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, hasta el punto de que el número 18 se encarga de este asunto. Para iniciarse, basta con una aplicación móvil como Stellarium, Sky Map o Star Walk, que ayudan a identificar constelaciones, planetas, satélites y otros objetos. También se recomienda llevar una linterna con luz roja (para no alterar la visión nocturna), ropa de abrigo y, si es posible, prismáticos o un telescopio básico.
En paralelo al interés turístico, también despierta la curiosidad científica. Es por ello que, en las zonas mencionadas y en otros destinos similares, se ofrecen talleres, charlas y observaciones guiadas en colaboración con centros de investigación. Es el caso del Instituto de Astrofísica de Canarias o el Observatorio de Calar Alto (Almería), entre otros.
De esta forma, el astroturismo es más que una tendencia; es una forma de mirar —literal y metafóricamente— hacia lo esencial. Bajo cielos despejados y en entornos naturales, esta práctica combina sostenibilidad, ciencia y emoción, dinamizando economías rurales sin dejar huella en el entorno.
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