- Ambas compañías fomentarán el desarrollo y la producción de combustible sostenible para la aviación (SAF) a partir de materias primas circulares, además de otras alternativas energéticas como el hidrógeno verde y la electrificación
- Cepsa mantiene un firme compromiso con el SAF y su ambición es liderar la producción de este combustible sostenible en España y Portugal, con una capacidad de producción anual de 800.000 toneladas en 2030
- Los biocombustibles permiten reducir hasta en un 90% las emisiones de CO2 respecto a los combustibles tradicionales
- Volotea participa en iniciativas que promueven una industria de la aviación más sostenible, al mismo tiempo que invierte en compañías y tecnologías para lograr una operación aérea más ecológica y eficiente
Este combustible sostenible se producirá a partir de residuos orgánicos, como aceites usados de cocina o deshechos agrícolas, entre otros. Estos biocombustibles fomentan la economía circular, ya que se producen a partir de residuos que, de otro modo, acabarían en vertederos, además de reducir las emisiones de los aviones hasta en un 90 % en comparación con los combustibles tradicionales.
La alianza también trabajará en el desarrollo de nuevas alternativas energéticas, como el hidrógeno renovable, y en la electrificación de las flotas terrestres de Volotea, que incluyen los vehículos de suministro, las operaciones de carga y descarga de equipajes y la asistencia a los aviones.
Tobi Pardo, director de Aviación de Cepsa, ha afirmado: “Como líderes en el suministro de energía para el sector aéreo en España, asumimos el compromiso de ayudar a nuestros clientes a descarbonizar su actividad. El SAF permite reducir ampliamente las emisiones de las aeronaves sin necesidad de hacer ningún cambio en sus motores, manteniendo las mismas especificaciones que el queroseno convencional en términos de seguridad y calidad”.
Por su parte, Carlos Muñoz, fundador y CEO de Volotea, ha declarado: “Con este acuerdo damos un paso más en nuestro compromiso de hacer la aviación sostenible y se suma a los esfuerzos que como compañía llevamos haciendo desde hace muchos años para fomentar la transición hacia una industria aérea descarbonizada. Creemos que los combustibles sostenibles en los aviones jugarán un papel fundamental en esta estrategia, por lo que en Volotea ya comenzamos a introducir SAF en 2022 en todos los vuelos del servicio especial que operamos entre Francia y Alemania. A través de alianzas como esta con Cepsa, nuestro propósito es colaborar para que estos combustibles (ahora de difícil acceso) puedan desarrollarse y generalizarse lo antes posible”.
Se trata de un acuerdo alineado con el conjunto de medidas Fit for 55 de la Comisión Europea, que incluye la iniciativa legislativa 'RefuelEU Aviation', cuyo objetivo es impulsar los combustibles sostenibles de aviación en la Unión Europea, alcanzando un uso del 2% en 2025, del 6% en 2030 e ir incrementando hasta un porcentaje del 70% en 2050, del que la mitad deberán ser combustibles sintéticos. Y también apoya varios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030: ODS 7 (Energía asequible y no contaminante), ODS 8 (Trabajo decente y crecimiento económico), ODS 12 (Producción y consumo responsables) y ODS 13 (Acción por el clima).
Esta nueva alianza consolida el propósito de Cepsa, uno de los principales productores y suministradores de combustibles para la aviación del mercado español, de convertirse en un referente dentro del sector de las energías limpias. En el marco de su plan estratégico, ‘Positive Motion’, la compañía está desarrollando un ecosistema centrado en acelerar la descarbonización de los clientes industriales, del transporte pesado terrestre, aéreo y marítimo, así como de la propia compañía, mediante la producción de moléculas verdes, principalmente hidrógeno renovable y biocombustibles. Cepsa aspira a liderar en 2030 la fabricación de biocombustibles en España y Portugal, con una capacidad de producción anual de 2,5 millones de toneladas, enfocándose especialmente en impulsar la sostenibilidad de la aviación, con una capacidad de producción de 800.000 toneladas anuales de SAF.
Cepsa ha establecido una ambiciosa hoja de ruta para recortar sus emisiones, situándose entre las compañías referentes de su sector. En concreto, en 2030, reducirá sus emisiones de CO2 (alcance 1 y 2) en un 55% respecto a 2019, el índice de intensidad de carbono de sus productos en un 15-20% y aspira a ser neutra en carbono antes de 2050.
Este acuerdo reafirma la estrategia de sostenibilidad de Volotea, que incluye la activación de más de 50 iniciativas desde su creación, gracias a la que desde 2012 hasta 2021, ha logrado reducir su huella de carbono por pasajero y kilómetro en más de un 40%. En 2022, la aerolínea Volotea se convirtió en la primera en ser auditada por Bureau Veritas, líder mundial en servicios de pruebas, inspección y certificación, en su programa de sostenibilidad Voloterra. La auditoría, además de demostrar su firme compromiso con la reducción de su impacto medioambiental, confirmó que Volotea está en camino de reducir su huella de carbono al recortar en un 50% sus emisiones de CO2 por pasajero y kilómetro para 2030, en comparación con 2012.
Además, entre otras medidas, la aerolínea trabaja conscientemente para promover el desarrollo de combustibles verdes y participa de manera activa en iniciativas especiales que promueven una industria de la aviación más sostenible. Desde 2022, Volotea opera un servicio especial entre Francia y Alemania que utiliza SAF, mientras invierte en compañías y tecnologías para lograr una operación aérea más ecológica y eficiente. Estas acciones reafirman su compromiso con la adopción y promoción de soluciones sostenibles en la industria aérea.