Jueves, 24 de abril de 2025
El ir y venir de las olas puede parecer algo puramente poético, sin embargo, encierra un potencial energético que no es muy conocido. La energía undimotriz convierte el movimiento de las olas en electricidad mediante dispositivos mecánicos instalados en el mar, que pueden flotar en la superficie, instalarse bajo el agua o integrarse en estructuras costeras. Los sistemas más comunes utilizan boyas flotantes, columnas de agua oscilante o plataformas articuladas que transforman el vaivén del agua en energía cinética que, a su vez, se convierte en electricidad gracias a generadores hidráulicos o electromagnéticos. La ventaja principal de la energía undimotriz es que las olas son constantes y, por tanto, la generación de energía se produce las 24 horas del día a lo largo de todo el año. Esta estabilidad la convierte en un recurso inagotable y una fuente renovable de gran potencial.
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) calcula que la energía de las olas podría generar hasta 29.500 TWh al año. Esto es casi diez veces el consumo total anual de electricidad de Europa, y más que la electricidad anual mundial generada en 2018. Según la Agencia Internacional de la Energía (IEA), el potencial global de la energía de las olas y corrientes marinas podría alcanzar los 300 GW para 2050. La Unión Europea, por su parte, se ha fijado un objetivo de 40 GW de capacidad instalada en tecnologías marinas para ese mismo año.
Las olas en España
Europa cuenta con una ventaja geográfica privilegiada, ya que países atlánticos como España, Francia o Irlanda poseen el mayor potencial de energía undimotriz del continente gracias a su exposición directa a fuertes oleajes. Esta característica convierte a estos países en zonas clave para transformar la fuerza del mar en una fuente renovable y local de electricidad, especialmente en un contexto de descarbonización acelerada. “La energía de las olas del mar es la más concentrada que existe en el planeta y podría decirse que la más abundante”, afirma Iñigo Doria Elejoste, CEO de Arrecife Energy Systems, start-up vasca especializada en energía renovable procedente de las olas.
Por su parte, España ha sido pionera en el impulso de esta tecnología, tanto a nivel de innovación como de aplicación real. Nuestro país cuenta con más de 8.000 kilómetros de costa que reciben cada día la fuerza de miles de olas, lo que lo convierte en un lugar privilegiado en cuanto a energía undimotriz se refiere. La puesta en marcha de la central de Mutriku (País Vasco), inaugurada en 2011, supuso un hito internacional, al convertirse en la primera planta comercial del mundo que genera electricidad a partir del oleaje mediante columnas de agua oscilante. Con 296 kW de potencia instalada y una producción anual media de unos 300 MWh, esta planta representa un ejemplo de integración de energías marinas en infraestructuras costeras.
Además, España es el país de la Unión Europea con más instalaciones para la investigación y el desarrollo de energías marinas como el Biscay Marine Energy Platform (BiMEP) en País Vasco, el Instituto Enerxético de Galicia (INEGA) en Galicia, o la Plataforma Oceánica de Canarias (PLOCAN) en el archipiélago canario. Por eso no es extraño que Bilbao fuera la sede de la decimoquinta edición de la Conferencia Europea de Energía de las Olas y las Mareas en 2023, que superó todas las expectativas de inscripción con casi 400 participantes confirmados. Así, la conferencia se configura como un evento de gran relevancia para la comunidad científica y empresarial del sector de las energías marinas.
España ha decidido apostar por una estrategia que impulse nuevas tecnologías de forma sostenible, innovadora y compatible con las actividades marítimas. La Hoja de Ruta Eólica Marina y Energías del Mar aprobada por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico tiene como objetivo convertir nuestro país en un referente europeo en innovación marina, consolidando su tejido industrial y científico, y aprovechando el potencial de sus costas, especialmente en el ámbito de la eólica marina flotante y la energía undimotriz. “Tenemos tecnología, conocimiento e industria. Tenemos empresas interesadas, plataformas de ensayo y recursos”, afirma José Luis Villate, director de Renovables y Eficiencia Térmica del centro tecnológico Tecnalia. La hoja de ruta apuesta por un despliegue ordenado, respetuoso con el medio marino y capaz de generar empleo cualificado, riqueza local y liderazgo tecnológico en el marco de la transición energética.
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