Definiendo la bioenergía
La bioenergía se define como la energía obtenida a partir de la biomasa, es decir, de la materia orgánica de origen vegetal o animal, incluyendo sus residuos y subproductos, mediante un proceso en el que la energía química almacenada en la materia orgánica se transforma y puede aprovecharse para generar electricidad, calor o combustibles.
A diferencia de otras fuentes renovables como la energía solar o la eólica, que capturan la energía directamente del sol o del viento, la bioenergía se basa en la transformación de la materia orgánica. Mientras que un panel solar convierte la luz en electricidad y un aerogenerador transforma el movimiento del aire, la bioenergía utiliza procesos biológicos o termoquímicos para extraer la energía contenida en la biomasa. Esto le confiere una particularidad importante: su capacidad de almacenamiento y su menor intermitencia en comparación con otras renovables, ya que la biomasa puede ser almacenada y utilizada cuando sea necesario, ofreciendo una mayor capacidad de gestión al sistema energético.
¿Cómo se produce la bioenergía?
La producción de bioenergía es un proceso que comienza con la recolección de la biomasa y culmina con su conversión en una forma de energía útil.
Fuentes de biomasa
Las fuentes de biomasa son extraordinariamente diversas, abarcando desde la biomasa forestal (como residuos de podas y talas) y la biomasa agrícola (incluyendo restos de cultivos, cultivos energéticos), hasta los residuos orgánicos urbanos e industriales (como la fracción orgánica de los residuos sólidos urbanos y lodos de depuradora), la materia orgánica de origen animal y la biomasa acuática, formada por algas y otras plantas con creciente potencial.
Métodos de conversión
Una vez recolectada, la biomasa se somete a diferentes procesos para liberar su energía:
Combustión directa: es el método más sencillo y tradicional, donde la biomasa se quema para producir calor.
Gasificación: la biomasa se calienta a altas temperaturas en ausencia parcial de oxígeno para producir un gas combustible.
Pirólisis: calentamiento de la biomasa en ausencia total de oxígeno para producir líquidos, gases y carbón vegetal.
Digestión anaerobia: Proceso biológico en el que microorganismos descomponen la materia orgánica en ausencia de oxígeno, produciendo biogás (principalmente metano y dióxido de carbono).
Fermentación: Utilizada para producir biocombustibles líquidos como el bioetanol a partir de cultivos ricos en azúcares o almidón.
Ventajas de la bioenergía
Las ventajas de la bioenergía son múltiples y la consolidan como una opción energética atractiva. Contribuye significativamente a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, ya que el CO2 liberado por su combustión es el mismo que la biomasa absorbió previamente mediante fotosíntesis, logrando una disminución de hasta el 90% respecto a los combustibles fósiles. Además, facilita la gestión de residuos al transformarlos en recursos energéticos, impulsa el desarrollo rural y la creación de empleo, y fomenta la independencia energética al reducir la importación de combustibles.
Usos principales de la bioenergía
La versatilidad de la bioenergía permite su aplicación en diversos sectores, contribuyendo a la descarbonización de la economía:
Generación de electricidad
Las centrales termoeléctricas de biomasa la queman para producir vapor que mueve turbinas y genera electricidad. En España, la potencia instalada de generación eléctrica con biomasa alcanzó los 1.045 MW en 2023, lo que representa un 0,9% de la potencia total instalada en el país. Estas plantas pueden operar de forma continua, aportando estabilidad a la red.
Producción de calor
Es uno de los usos más extendidos, tanto a nivel doméstico (estufas y calderas de pellets o leña) como industrial y en redes de calor. La biomasa es una alternativa eficiente y económica para la calefacción, especialmente en zonas rurales y para procesos industriales que requieren calor a baja o media temperatura.
Biocombustibles
Son combustibles líquidos o gaseosos derivados de la biomasa, utilizados principalmente en el transporte. Los más comunes son el bioetanol (a partir de cultivos como el maíz o la caña de azúcar) y el biodiésel (a partir de aceites vegetales o grasas animales). En 2022, el consumo de biocarburantes en España representó el 9,8% del consumo total de energía en el transporte por carretera, contribuyendo a la reducción de emisiones en un sector clave.
Producción de biogás
El biogás, obtenido por digestión anaerobia, es una mezcla de gases rica en metano que puede ser utilizado para generar electricidad y calor (cogeneración), o purificado a biometano para inyectarlo a la red de gas natural o usarlo como combustible vehicular. Si a ese biogás pasa por un proceso de upgrading, en el que se purifica y acondiciona, obtendremos biometano.
En definitiva, la bioenergía no es solo una fuente de energía más; es una estrategia integral que aborda la gestión de residuos, fomenta el desarrollo rural y contribuye significativamente a la descarbonización de nuestra economía. Su papel en el futuro energético es, sin duda, fundamental para alcanzar los objetivos de sostenibilidad e independencia energética.