Durante el foro Step Up Now, celebrado recientemente en Madrid, expertos del sector energético e industrial coincidieron en que la península ibérica tiene todo lo necesario para encabezar el cambio: abundancia de energías renovables, talento cualificado, y una ubicación privilegiada.
En este contexto, la Iniciativa Ibérica de Industria y Transición Energética (IETI), presentada por McKinsey & Company, se perfila como una plataforma de acción para convertir esta ventaja en realidad.
Reindustrializar con propósito
La transición energética no solo implica cambiar la forma en que se produce y consume energía, sino también repensar el modelo industrial. La reindustrialización en clave sostenible se plantea como una vía para fortalecer sectores estratégicos, impulsar la innovación y generar empleo de calidad, así como también mejorar la competitividad. Para ello, se están definiendo marcos normativos que favorezcan el desarrollo de nuevas tecnologías, la eficiencia productiva y la atracción de capital.
Teresa Parejo, directora general de Estrategia Industrial y de la Pyme en el Ministerio de Industria y Turismo, subrayó que la reindustrialización europea debe basarse en sostenibilidad, digitalización y autonomía.
Para ello, España y Portugal apuestan por un nuevo marco regulatorio que impulse:
- La transición ecológica como motor productivo.
- El suministro energético seguro y eficiente.
- La innovación y la inversión como pilares de competitividad.
Además, se destacó la importancia de la relocalización de sectores clave —como el químico, farmacacéutico y automoción— que se presenta como una de las claves para regenerar el tejido industrial.
Cooperación como motor de transformación
Uno de los consensos más claros del foro fue la necesidad de fortalecer la colaboración público-privada. La coordinación entre ambos ámbitos permite diseñar planes industriales adaptados a las necesidades reales, fomentar la inversión en infraestructuras clave y garantizar que los avances tecnológicos se traduzcan en beneficios tangibles para la sociedad.
Para ello, es necesario un compromiso firme entre industria y administración, con reglas claras, financiación adecuada y una visión a largo plazo.
En términos de cooperación, destaca la Iniciativa Ibérica de Industria y Transición Energética (IETI), impulsada de forma conjunta por España y Portugal y proyecto en el que están involucradas empresas españolas como Moeve, Naturgy, Repsol, Iberdrola, EDP, BBVA y Santander, así como la consultora McKinsey.
Una iniciativa que aspira a fortalecer la competitividad de la industria y fomentar la transición energética aprovechando las oportunidades de España y Portugal en relación a sus recursos renovables, infraestructura y talento.
En definitiva, la transición energética será resiliente si se construye desde la cooperación, la sensatez y la ambición compartida. No se trata solo de cambiar tecnologías, sino de sumar esfuerzos entre instituciones, empresas y ciudadanías para avanzar hacia un modelo energético más justo, eficiente y sostenible. España y Portugal tienen ante sí una oportunidad única para demostrar que el cambio es posible cuando se trabaja en conjunto, con visión de futuro y compromiso común.